lunes, 11 de junio de 2018

MTF

Daños por progestágenos en la mujer transexual de edad mayor

La medroxiprogesterona, es el progestágeno, principalmente el aplicado con inyecciones y considerado de depósito, es el que más problemas ha ocasionado en la persona autonombrada transexual.
La medroxiprogesterona, es considerado su uso en trastornos ginecológicos, así como una medida anticonceptiva, se han observado serias complicaciones y efectos colaterales, lo cual no es la excepción en la mujer autonombrada transexual, que estas dosis superan a las habituales, así como también su tiempo de aplicación, considerando serios trastornos, como son aumento considerado de peso por depósito de lípidos y además de agua, así como todas las manifestaciones clínicas, debido a este trastorno, como hipertensión arterial, edema de tobillos por retención hidrosalina, fatiga, mareos y varios síntomas más.
El uso de progestágenos tuvo su auge, lo cual fue considerado su uso en la mujer transexual, ya que se creía que administrando los progestágenos, se producía una mejor silueta corporal, por depósito graso en caderas y sobre todo una mejora en volumen de la ginecomastia, pero los resultados no fueron los esperados. Solo permitió un aumento de peso y agua. 
Este concepto de administrar progestágenos es vigente hasta la fecha en personas transexuales autonombradas, que continúan con esta creencia, que los progestágenos son de beneficio y permiten según estas personas un mejor desarrollo de sus caderas y tejido glandular mamario por deposito graso, pero los resultados solo obtenidos son considerados como una adversidad, un aumento considerable de peso e incluso en obesidad hasta mórbida, con retención importante de líquidos corporal generalizado, así como los trastornos colaterales y de complicaciones principalmente las "silenciosas", como la diabetes, hipertensión arterial y sobre todo los trastorno severos de la coagulación, manchas en la cara, trastornos hemorrágicos en piel, varices y fenómenos tromboembolicos importantes en venas profundas, consideradas de manifestación irreversible.
En casos más graves, se observó émbolos que migraron o provenientes de extremidades inferiores ocasionando obstrucción arterial pulmonar y en algunos casos de muerte fulminante.

En la fotografia inferior una imagen de la actriz Sara Montiel tal y como está en la actualidad.

Debido a su trayectoria, su biografía familiar y su paso por la industria de Hollywood, existe una sospecha fehaciente  de que se trate de una mujer transexual (MTT). 
Como se aprecia, a lo largo de los años  y a base del tratamiento de medroxiprogesterona, se observa un aumento de peso,  debido a los  lípidos y a la acumulación de agua en su organismo.
Todo ello  como  consecuencia de los efectos adversos y colaterales  de esta progesterona sintética que se administran las mujeres transgénero durante el proceso de cambio (MTF).




En las dos fotografias inferiores podemos ver a otra celebritie, Marujita Díaz, en la que se. manifiestan los mismos patrones corporales a lo largo de los años, vale decir, aumento de peso, lípidos y agua en su organismo como consecuencia del tratamiento con progesterona sintética.




También se observa en Sofia Loren el mismo fenómeno, el de un aumento  excesivo de peso,  además de unos rasgos faciales propios de las mujeres trans (MTF), con reminiscencia a una
Drag-Queen, con remarcadas y  exageradas características fémeninas. 




En las imágenes inferiores aparece Cristina Ortiz, conocida como "La Veneno", una reconocida mujer transexual (MTF). Descubierta Por el periodista Pepe Navarro en el año 1995.
falleció de forma violenta en el año 2016, tras recibir un fuerte golpe en la cabeza.
Podemos apreciar un denominador común entre las celebrities de las fotografías superiores y "La Veneno", esto es, el aspecto corporal tras años de administración de La medroxiprogesterona, o cualquier otra molécula similar con  el objetivos de feminización del cuerpo nacido masculino.




Las personas transgénero, en ocasiones podemos observar que el resultado es en apariencia  favorecedor  para éstos. La parte negativa es que para mantenerse así están irremediablemente condenados de por vida  a someterse a un  tratamiento hormonal
Éstos  tratamientos, además de representar un negocio para  las farmacéuticas, implican un coste  adicional e importante en la calidad de vida, ya  que realmente no interesa hacer público el precio a largo plazo  que tendrán  que pagar estas  personas  por su nueva identidad.  



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