Símbolo, mito, imagen, pertenecen a la sustancia de la vida espiritual; que pueden camuflarse, mutilarse, degradarse, pero jamás extirparse.
Parafraseando a Platón el universo del símbolo lo hallamos en " el mundo de las ideas", representación mental de lo intangible de lo incorpóreo, de aquello capaz de traslados mediante la evocación a través de una cadena de entrelazados significados invisibles.
El símbolo es la forma de exteriorizar un pensamiento o idea, así como el signo o medio de expresión al que se atribuye un significado convencional y en cuya génesis se encuentra la semejanza, real o imaginada, con lo significado.
Aristóteles afirmaba que no se piensa sin imágenes, es la ciencia, constituyendo ambas las más evidentes manifestaciones de la inteligencia.
La imagen inferior nos remite a la gemelaridad, a la idea de la dualidad, a la división de una unidad creadora divina en dos elementos exactamente idénticos.
Los gemelos se auto procrean a si mismos, esa idea nos lleva al concepto del ser hermafrodita, y de él al del andrógino, ser primordial, unión/división de las fuerzas antagónicas, positivas y negativas, masculino y femenino, las cuales se encuentran en todos los niveles del cosmos.
El significado es el contenido mental que le es dado a un signo lingüístico o una imagen. Es decir, es el concepto o idea que se asocia a la forma sensible o perceptible (significante) del signo y al objeto que representa (su referente) en todo tipo de comunicación
Por ejemplo la montaña es un símbolo de unión entre el cielo y la tierra, alegoría de lo sagrado, referente de la ascensión hacia lo divino y trascendente.
La montaña es el símbolo espacial de la trascendencia al tiempo que es el dominio por excelencia de las hierofanias atmosféricas y en su virtud, la morada de los dioses.
Ejemplo del simbolismo que se esconde en esta carta del tarot: la Emperatriz.
Una mujer hermosa y real, ricamente vestida, empuña con la mano derecha el cetro del mundo; en un escudo que se encuentra a su lado aparece dibujado el símbolo de Venus.
La diosa aparece sentada delante de un campo de cereal, y a su espalda fluye una corriente de agua que penetra en un bosque, el jardín inferior del Edén.
Por ejemplo la montaña es un símbolo de unión entre el cielo y la tierra, alegoría de lo sagrado, referente de la ascensión hacia lo divino y trascendente.
La montaña es el símbolo espacial de la trascendencia al tiempo que es el dominio por excelencia de las hierofanias atmosféricas y en su virtud, la morada de los dioses.
Ejemplo del simbolismo que se esconde en esta carta del tarot: la Emperatriz.
Una mujer hermosa y real, ricamente vestida, empuña con la mano derecha el cetro del mundo; en un escudo que se encuentra a su lado aparece dibujado el símbolo de Venus.
La imagen inferior nos remite a la gemelaridad, a la idea de la dualidad, a la división de una unidad creadora divina en dos elementos exactamente idénticos.
Los gemelos se auto procrean a si mismos, esa idea nos lleva al concepto del ser hermafrodita, y de él al del andrógino, ser primordial, unión/división de las fuerzas antagónicas, positivas y negativas, masculino y femenino, las cuales se encuentran en todos los niveles del cosmos.
Antes de la escisión primera... ni se da género ni menos aún sexo. Solo al devenir en orgánicos... -resultado de la evolución del algoritmo del pléroma- ...acontece la división necesaria para expresar una de las más imperantes nociones de la dualidad: La feminidad y su opuesto, el estigma del varón; --lo masculino-.
ResponderEliminarPero dicha bipolaridad antagónica acontece en otros muchos aspectos; y hay que decir que, de facto, sin semejante distingo en lo dual... no podrían manifestarse las ideas en eventos manifiestos.
Sin bipolaridad entre lo A y lo B... jamás se percibirá el movimiento; y sin moción ya no hay flujo que es la génesis de todo evento energético.
Por último pues, sin energía no hay vida.
El mundo y sus demiurgos dependen de tan elemental modelado matemático.
Interesantísimo y sencillo de asimilar el algoritmo del "pléroma", de él se deduce la generación de la dualidad y por ende de la energía y la vida.
ResponderEliminarel minimalismo de tu exposición, además de esclarecedor, casi no deja dudas, y más todavía si lo entendemos desde el algoritmo matemático de esa lógica aplastante.........