sábado, 16 de junio de 2018

CONDICIONAMIENTO OPERANTE


SKinner fue un investigador del ámbito del aprendizaje conductal, los sujetos de sus experimentos fueron palomas.
Si bien Paulov se centró principalmente en el estudio de la conducta de los perros a un nivel de los reflejos, fisiológicos ( en concreto, midio la salivación de sus animales, frente a la presentación de ciertos estímulos), es decir,  se pretendía asociar un estimulo a una respuesta refleja, si este estímulo se repetía reiteradamente, se obtenía una constante de respuesta, habiéndose asociado el estímulo a la respuesta.
Los resultados de estos investigadores sirvieron de patrones para la psicología académica  denominada corriente "Conductista", con posterioridad, ésta se ampliaría e integraria otros conocimientos cognitivos,  deviniendo  ésta en  la corriente conocida como psicología 
 "Cognitiva-Conductual".






Consecuencia
En la psicología conductista y cognitivo-conductual una consecuencia es el resultado de una respuesta. La consecuencia puede ser positiva (refuerzo) o negativa (castigo) para el sujeto que lleve a cabo la conducta; en el primer caso la probabilidad de que se dé la respuesta aumentará y en el segundo disminuirá.
Es importante tener en cuenta que las consecuencias afectan a la respuesta y, por tanto, en el condicionamiento operante lo que es reforzado o castigado es dicha conducta, no la persona o el animal que la lleva a cabo. En todo momento se trabaja con la intención de influir en el modo en el que se relacionan los estímulos y las respuestas, ya que desde la filosofía conductista se evita partir desde una visión esencialista de las personas, poniendo más énfasis en aquello que puede cambiar que en lo que siempre parece permanecer igual.

Reforzamiento
Este término designa las consecuencias de las conductas cuando hacen más probable que se vuelvan a dar. El reforzamiento puede ser positivo, en cuyo caso estaremos hablando de la obtención de una recompensa o premio por la ejecución de una respuesta, o negativo, que engloba la desaparición de estímulos aversivos.
Dentro del reforzamiento negativo podemos distinguir entre respuestas de evitación y de escape. Las conductas de evitación previenen o impiden la aparición de un estímulo aversivo; por ejemplo, una persona con agorafobia que no sale de casa porque así no siente ansiedad está evitando esta emoción. En cambio las respuestas de escape hacen que el estímulo desaparezca cuando ya está presente.
La diferencia con la palabra “reforzador” es que ésta se refiere al evento que se da como consecuencia de la conducta en vez de al procedimiento de premiar o castigar. Por tanto, “reforzador” es un término más cercano a “recompensa” y “premio” que a “reforzamiento”.

Castigo
Un castigo es cualquier consecuencia de una conducta determinada que disminuya la probabilidad de que ésta se repita.
Como el reforzamiento, el castigo puede ser positivo o negativo. El castigo positivo se corresponde con la presentación de un estímulo aversivo después de que se produzca la respuesta, mientras que el castigo negativo es la retirada de un estímulo apetitivo como consecuencia de la conducta.


El castigo positivo se puede relacionar con el uso que se da en general a la palabra “castigo”, mientras que el castigo negativo se refiere más bien a algún tipo de sanción o multa. Si un niño no deja de gritar y recibe una bofetada de su madre para que se calle se le estará aplicando un castigo positivo, mientras que si en vez de eso le quita la consola a la que está jugando recibirá un castigo negativo.
Este investigador, se percató de que estos principios de aprendizaje mediante  castigo y recompensa, es decir, cuando ciertas conductas son recompensadas, se instauran y aumentan, a la inversa, cuando  otras  respuestas conductuales son castigadas, tienden a disminuir o incluso  a eliminar del repertorio humano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario