jueves, 2 de agosto de 2018

GOTICA DUALITATEM







Impression de voyage



Era un mar de zafiro y el cielo 
ardía en el aire como ópalo candente; 
izamos nuestra vela; soplaba bien el viento 
hacia tierras azules situadas en el Este. 
Desde mi proa alta divisé a Zakynthos: 
cada bosque de olivos, cada cala, 
las escarpas de Ithaca, el blanco pico de Lycaon, 
y flores esparcidas en colinas de Arcadia. 
El batir de la vela contra el mástil, 
el rumor de las olas contra el casco, 
rumor de risas jóvenes en la popa, 
todo lo que se oía, al comenzar a arder el Oeste. 
Y un rojo sol cabalgó por los mares. 
Pisaba, al fin, el suelo griego.



Un sueño dentro de un sueño 


¡Recibe en la frente este beso! 

Y, por librarme de un peso 

Antes de partir, confieso 

Que acertaste si creías 

Que han sido un sueño mis días; 

¿Pero es acaso menos grave 

Que la esperanza se acabe 

De noche o a pleno sol, 

Con o sin una visión? 

Hasta nuestro último empeño 
Es sólo un sueño en un sueño. 



Me encuentro en la costa fría 

Que agita la mar bravía, 

Oprimiendo entre mis manos, 

Como arena, oro en granos. 

¡Qué pocos son! Y allí mismo, 

De mis dedos al abismo 

Se desliza mi tesoro 

Mientras lloro, ¡mientras lloro! 

¿Evitaré -¡oh Dios!- su suerte 

Oprimiéndolos más fuerte? 
¿Del vacío despiadado 
Ni uno solo habré salvado? 
¿Cuánto hay de grande o de pequeño? 
¿Es sólo un sueño dentro de un sueño?

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