TETRACTYS

Los pitagóricos adoraban casi de manera religiosa el Tetractys.

Significado arcano de la serpiente que se muerde la cola:

La serpiente que se muerde la cola es un símbolo propio del antiguo Egipto y la antigua Grecia conocido también como uróboros, del griego «ουροβóρος», uróvoro, de oyrá, que quiere decir cola y borá, que significa alimento.

Representa una serpiente con su propia  cola en su boca, devorándose continuamente a sí misma remitiendo a la naturaleza cíclica del tiempo y al eterno retorno. 
Por otro lado, la idea del “eterno retorno de lo idéntico” (tema de la 3ª parte de Así habló Zaratustra) ha sido, a lo largo del tiempo, una tesis aceptada y propugnada por muchos filósofos anteriores al propio Nietzsche, que explicaban el proceso histórico en forma de ciclos. Entre estos filósofos caben destacar los estoicos, algunos pitagóricos y Avicena. 
Esta idea había sido ya anticipada por Schopenhauer como objeto de un terror que debía justificar el pesimismo, “el disgusto frente a una vida que se teme volver a vivir igual”

La serpiente devorándose a sí misma y volviendo a renacer permite matices de interpretación pero, en un sentido más general simboliza el tiempo y la continuidad de la vida.

Es utilizada  como representación de la unidad de todas las cosas, las materiales y las espirituales, que nunca desaparecen sino cambian de forma perpetua en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación. 

Siendo igualmente un símbolo de purificación, que representa los ciclos eternos de vida y muerte.

En algunas representaciones, incluso, se representa a la serpiente con una mitad clara y otra oscura, haciendo recordar la dicotomía, la dualidad de otros símbolos similares como el yin y yang.

En la figura inferior, un busto de Pitágoras.

Pitágoras Vivió durante el siglo 580 A:C, y se cuenta de él 
que durante su periodo de juventud viajó hasta Egipto en donde fue instruido en los misterios de Osiris, estuvo también por la antigua Sumeria, en este zona tuvo conocimiento de los secretos de los caldeos.
su trayectoria lo llevó a visitar India y Persia, tuvo la posibilidad de conocer al mago  y contemporaneo suyo Zoroastro.

El teractys que es capaz de demostrar de forma visual que 1,más 2, más 3, más 4, es igual a 10.
Representaba un premisa fundamental para esta escuela, me refiero a la escuela de Pitágoras, que oscilaba  entre una escuela cuyo tema eran los números  y una comunidad ocultista y arcana, todo ello por el conocimiento que poseían de la influencia de los numero  en la estructura y movimiento de los planetas en el cosmos.

El 10 es también la base de nuestro sistema numérico, perteneciendo a la serie de los llamados números triangulares, es decir, aquellos que se conforman en la agregación de una serie de números enteros sucesivos.
Otro ejemplo seria la serie: 1 más 2, más 3, más 4, más 5, más 6, que sumados todos los números es igual a 21.

En la figura siguiente observamos una forma numérica y geométrica vista del Tetractys.

La escuela de los  pitagóricos hacía una lectura  muy singular de la figura Tetractys del 10,y  su interpretación no estaba carente de connotaciones filosóficas y trascendentales.

La primera fila, la que está formada por el 4, representa la causa primer.  La segunda fila, aquella representada por el numero 3 hace alusión a la dualidad o polaridad. La tercera fila corresponde al  número 2, eternidad, mente, cuerpo y alma. Y la cuarta, que es el número 1  se refiere al concepto de creación.

Una figura de geometria sagrada, la vemos en la imagen inferior.

Los números y la vibración temporal

Quizás una de las principales  funciones que los números han abordado en el Universo es el de de poner orden en el proceso del tiempo.
La ciencia de la numerologia y por ende los números representaban  para Pitágoras y Platón, entidades ideales creadas por Dios antes incluso que la luz. Guarismos como Pi o Phi están inscritos en el cielo desde la eternidad, y lo único que hace el ser humano es llegar a comprender, mediante las matemáticas, las leyes físicas que rigen espacio, tiempo, movimiento y naturaleza en general .
Según la filosofía  pitagórica todas las cosas están formadas a semejanza de los números y éstos poseen unas propiedades inmutables más allá de sus cualidades inmediatas.
Desde los albores, todas las sociedades primitivas mostraron  un importante interés en la medición del paso de los días y de las noches. 
Los procesos cíclicos como  amanecer, atardecer, fases lunares, cambio de estaciones, desplazamientos de los astros en el firmamento, fueron calculados mediante clepsidras, cuadrantes solares o menhires, dando lugar a diferentes tipos de calendarios. 

De igual modo chamanes y sacerdotes, señalaban en sus almanaques, en ocasiones muy sofisticados, como en el caso de los Mayas, los momentos propicios para celebrar rituales destinados a que el tiempo, considerado un agente de la creación y destrucción, no se detuviera y preservara la vida humana. Estas ceremonias sagradas estaban resumidas por la creencia en el mito del eterno retorno del tiempo, muy extendido entre las sociedades antiguas orientales y del Mediterráneo.

La numerologia pitagórica heredera del mito del eterno retorno,   afirma que vivimos sumergidos en ciclos de nueve años, regidos por las mismas vibraciones numéricas básicas. 
De manera que año tras año, las influencias numéricas dejan una estela ininterrumpida de reiteración en nuestras vidas.
Alegrias y tristezas, fracasos y victorias, batallas y concordias  se repiten una y otra vez sin que podamos remediarlo.
Dado que dividimos los  años en periodos regulares de días, semanas, meses y años, a los que designamos con una fecha, se puede decir que cada momento temporal participa de las cualidades intrínsecas de los números con que es distinguido.  

En el enlace inferior, Pdf de la filosofía de Nietsche sobre el Eterno Retorno.
http://quintanapaz.es/archivos/nietzsche_eternoretorno.pdf


La doctrina del Eterno Retorno
http://www.inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof%C3%ADa%20UCR/Vol.%20II/No.%208/Trejos.%20Juan%20-%20La%20doctrina%20del%20eterno%20retorno.pdf